lunes, 24 de enero de 2011

Sobre los nombres artísticos


Desde que soy una niña, he tenido un grave problema existencial por culpa de mi nombre: "Ana Martínez Casas". En primera, tengo el nombre y el apellido más comunes del mundo. "Ana" solamente es uno de los nombres más frecuentes en México, Estados Unidos, parte de Europa y algunas partes de Asia. En mi primaria, había tres "Anas" y, para distinguirnos, a una le decían por su nombre y las demás teníamos que sufrir al ser nombradas "Ana" más nuestro segundo nombre. Para mi desgracia, yo soy "Ana a secas" y me decían "Ana Martínez" cuando en mi salón había Ana Karenes y Ana Paulinas y demás. "Martínez" es uno de los apellidos más usuales en México. Siempre tuve ese trauma de tener un nombre tan común, ¿por qué no podía tener un nombre original y exótico? No, la creatividad no llegó más lejos y soy Ana II. Últimamente creí que había llegado a buenos términos con mi nombre: "Ana Martínez Casas", así, completo, se me hace que no suena tan mal. Pero no sé por qué las personas son tan huevonas y siempre tienen que escribir "Ana Martínez", como si les diera flojera decir el "Casas" o a veces llegan y me saludan como "Ana Casas", ¡¡¡y ésa es mi mamá!!! No entiendo por qué no me tocó un nombre epic como el de los escritores que firman sus obras:

Nombre completo: Edgar Allan Poe. Así de simple, nombre + primer apellido + segundo apellido

Nombre + apellido: Julio Cortázar.

Iniciales + apellido: H. P. Lovecraft.

O un pseudónimo, pero llegué a la conclusión de que no podría escoger ninguno sin que terminara sonando como "Madonna" o algo así. Bueno, este post es sólo para desahogar mi cólera, jajaja, espero que en un futuro, la gente empiece a respetar cómo me gusta firmar mi obra :D.

¡Una mordida!

1 comentario:

¡Deja tu mordida! (y un chocolate :D)