sábado, 29 de enero de 2011

Reseña de libro: Cementerio de animales

¡Hola! Me he dado cuenta de que leo un montón de libros, pero realmente no hago nada más con ellos, jaja. Así que he decidido que después de acabar uno, escribiré una pequeña reseña del mismo. Pero, tomemos en cuenta que será más una opinión que una reseña, jaja :P.

Para inaugurar esta sección, empezaré con el primer libro que terminé este año: Cementerio de animales de Stephen King.

Sinopsis: La historia trata sobre una familia que se muda a vivir a una pintoresca casa frente a una carretera y a un lado de un bosque en el que los niños del pueblo han erigido un pequeño cementerio para enterrar a sus mascotas. Sin embargo, más allá del Pet Sematary se encuentra otro cementerio, éste erigido por una tribu de indios norteamericanos, que únicamente algunas personas conocen por sus atributos sobrenaturales: cualquier criatura que sea enterrada en su tierra regresará de la muerte.

Opinión: Lo primero que pensé cuando terminé de leer esta novela fue que era el terror utilizado en ella es un gran lugar común. De hecho, me hizo pensar que era una versión alargada del cuento de W. W. Jacobs "La pata del mono", en el que una pareja utiliza una mágina pata de mono para pedir tres deseos. Sin embargo, todo lo que pide tiene un resultado funesto, y su único hijo muere como consecuencia del primer deseo. El segundo deseo de la madre desconsolada es traer a su hijo a la vida, no obstante, cuando el muchacho toca la puerta a medianoche, la pareja se da cuenta de que su hijo no volvió a la vida como humano y piden como último deseo deshacerse de la criatura. En la novela de King, sucede casi exactamente lo misom, sólo que en lugar de pedir el deseo a la pata, el protagonista entierra a sus seres queridos en el cementerio para que regresen.

Aparte de eso, me pareció que la historia es sumamente predecible, lo que arruina el terror. Sin embargo, después de un análisis más detallado, me di cuenta de que a pesar de que en la actualidad nos parecerá un libro anticuado, realmente no lo es. El primer libro de Stephen King, Carrie, se publicó en 1973, mismo año en el que se estrenó en el cine El exorcista, la primera película que se podría considerar que marcó la diferencia entre el cine de terror de herencia de Hammer Films (Drácula, Frankenstein, El fantasma de la ópera) y el cine de terror contemporáneo. A partir de ese año, las películas de terror se vieron incluenciadas por el terror de King, que ahora es lo que consideraríamos un terror barato o tópico. Por lo que yo recomiendo que si van a leer Cementerio de mascotas, lo lean no con ojos actuales que esperan acción, sangre y terror durante todo el libro, sino que lo lean con los ojos de personas que leían por primera vez ese terror y que sentían un choque por el contraste con lo que estaban acostumbrados.

Aún cuando el desarrollo de la historia es bastante lenta, dos elementos que cabe rescatar son a Zelda y al wéndigo. Rachel, la esposa del protagonista, tiene un grave trastorno de miedo hacia la muerte que adquiere en su infancia, tras ser testigo de la muerte de su hermana Zelda. Ésta sufría de una enfermedad desconocida que había deformado su cuerpo de forma que su espalda parecía la de un reptil y sus manos eran como garras. Además de la transformación física, Zelda se volvió un ser inhumano al grado que incluso sus padres y hermana deseaban su muerte. El wéndigo, por otra parte, es una criatura de la mitología de los indios norteamericanos mitad hombre, mitad bestia que "daba a aquellos que tocaba el gusto por la carne de su propia especie". Ambos elementos, aunque no ligados a la historia principal, sino utilizados por King como simples figuras para causar terror son lo más memorable de la narración. Cuando la acaben de leer serán estos personajes y el final lo que recordarán por las noches.

Y ahora sí, una mordida de wéndigo, jiji :D.

lunes, 24 de enero de 2011

Sobre los nombres artísticos


Desde que soy una niña, he tenido un grave problema existencial por culpa de mi nombre: "Ana Martínez Casas". En primera, tengo el nombre y el apellido más comunes del mundo. "Ana" solamente es uno de los nombres más frecuentes en México, Estados Unidos, parte de Europa y algunas partes de Asia. En mi primaria, había tres "Anas" y, para distinguirnos, a una le decían por su nombre y las demás teníamos que sufrir al ser nombradas "Ana" más nuestro segundo nombre. Para mi desgracia, yo soy "Ana a secas" y me decían "Ana Martínez" cuando en mi salón había Ana Karenes y Ana Paulinas y demás. "Martínez" es uno de los apellidos más usuales en México. Siempre tuve ese trauma de tener un nombre tan común, ¿por qué no podía tener un nombre original y exótico? No, la creatividad no llegó más lejos y soy Ana II. Últimamente creí que había llegado a buenos términos con mi nombre: "Ana Martínez Casas", así, completo, se me hace que no suena tan mal. Pero no sé por qué las personas son tan huevonas y siempre tienen que escribir "Ana Martínez", como si les diera flojera decir el "Casas" o a veces llegan y me saludan como "Ana Casas", ¡¡¡y ésa es mi mamá!!! No entiendo por qué no me tocó un nombre epic como el de los escritores que firman sus obras:

Nombre completo: Edgar Allan Poe. Así de simple, nombre + primer apellido + segundo apellido

Nombre + apellido: Julio Cortázar.

Iniciales + apellido: H. P. Lovecraft.

O un pseudónimo, pero llegué a la conclusión de que no podría escoger ninguno sin que terminara sonando como "Madonna" o algo así. Bueno, este post es sólo para desahogar mi cólera, jajaja, espero que en un futuro, la gente empiece a respetar cómo me gusta firmar mi obra :D.

¡Una mordida!

miércoles, 19 de enero de 2011

Ana Martínez Casas es una joven enamorada de la literatura

Aquí está la entrevista que publicaron hoy en el periódico El Caudillo de Morelos (http://elcaudillo.com.mx/index.php/Cultura-y-Espectaculos/U01-483.html).

Ana Martínez Casas es una joven enamorada de la literatura


Hernán Osorio

Ana Martínez Casas es una joven enamorada de la literatura que cursa la carrera en Letras Hispánicas en la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), este año fue seleccionada por el Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico en la sección de cuento, y en próximamente presentará la antología “Veinte cuentos para leer en…”, de EdicioneZetina, en la que publica dos cuentos. Libro que reunirá también los trabajos de Juan Machín, Lorena Aguilar, Daniel Zetina, Edith Esquivel, Félix Vergara, Ana Martínez, Davo Valdés, Sharaim Aldameur, José Quezada y Yeni Rueda. El Caudillo de Morelos tuvo la oportunidad de entrevistarla.

“Siempre estuve enamorada de la literatura, pero los paradigmas impuestos por la sociedad y mis padres habían inculcado un miedo en mí, un miedo al fracaso y a ‘morirme de hambre’ por estudiar una carrera artística. Me considero una persona valiente porque tuve que soportar críticas de mis familiares y muchos obstáculos para hacer lo que yo quería, al punto que tuve que abandonar mi casa y ser independiente económicamente desde los 18 años para pagar mi universidad, creo que por fin me he encontrado y soy alguien que pasa el 90 por ciento de su tiempo leyendo y el otro 10 por ciento escribiendo”.

-¿Tus influencias literarias?

-Poe, Lovecraft, Carlos Fuentes, Guadalupe Nettel, Marqués de Sade, Lewis Carroll

-¿Y cómo se da el acercamiento con estos grandes escritores?

-Poe fue al primero que conocí en mi clase de literatura de primaria, la maestra se dio cuenta de que tenía una gran afición por los libros de terror, siempre rentaba los libros de “Escalofríos”, pero creía que leía “literatura basura”, así que me regaló “Historias de lo grotesco y lo arabesco” y me impactó leer “El corazón delator” y “El gato negro”, de hecho, de todo lo que he leído, lo único que me ha aterrado ha sido “El gato negro”.

“Sade lo leí porque en mis cuentos tiendo a utilizar el “Eros” y “Thanatos” de Freud, La comunión de la vida y la muerte, por lo que se pueden encontrar escenas violentas de sexo y muerte, así que me recomendaron que leyera “Las 120 jornadas de Sodoma”

“A Carroll lo leí porque amé la primera película de Walt Disney de “Alicia en el País de las Maravillas” y siempre me ha gustado comparar las adaptaciones de la literatura al cine, así que leí el libro y me encantó el surrealismo.

-¿Es tu primer publicación en la antología de EdicioneZetina?

-Es mi primera publicación en una antología, he ganado dos veces el Petroconcurso de la revista “La Piedra”, he publicado dos cuentos en ella, en sus dos últimas ediciones, también formo parte de la revista en línea “Los habitantes de Moria”, también he publicado ensayos en el periódico “La Jornada Morelos” y en la revista virtual “Punto en línea” de la UNAM, y tengo una columna en la revista virtual de “La Piedra” en la sección “Papel o tijeras”, en la que publico ensayos sobre vampiros, y cuento en “400 elefantes”, que es una publicación virtual de Nicaragua, en la revista virtual “El puro cuento”, un ensayo en la revista virtual “La Wacha”.

-“Erotic pet shop” es tu primer cuento erótico en la antología, háblanos un poco al respecto.

-Nace de un taller de narrativa que tomo desde hace un año con Citlali Ferrer para ayudarnos a tener una idea sobre qué escribir, lo que ella hace es dar un “disparador” semanal, que consiste en una canción, poema, fotografía o pintura, una vez nos dio la pintura de una montaña en el desierto y yo no tenía ni idea de qué escribir, de pura casualidad iba en el coche de mi novio y leí un letrero que decía “Erotic pet shop”, no podía creer que algo así existiera, nos bajamos del automóvil y nos dimos cuenta que el letrero estaba doblado, y en realidad el nombre de la tienda era “Exotic pet shop”.

“Pero de pronto se me ocurrió que podía escribir un cuento en el que un personaje, cuyo sexo desconocemos, entra a una sex shop de tendencias zoofílicas para experimentar una perversión sexual nueva, depuré mi cuento de todos los adjetivos y otras palabras que pudieran delatar el sexo de mi protagonista, de modo que el lector, de una manera inconsciente, imaginara al personaje hombre o mujer, lo gracioso es que cuando leí el cuento en el taller de Citlali les pregunté a mis compañeros cuál era el sexo del protagonista y algunos dijeron “masculino” y otros “femenino”, en mi cabeza no me imagino a mi personaje mas que como un ser andrógino, si es capaz de hacer tríos, swingers, y todo tipo de perversiones sexuales, creo que no se consideraría a sí mismo ni mujer ni hombre, sino un ser plenamente sexual.

-Y sobre el culinario canibalismo de “Galletas de jengibre”, tu segunda cuento en esta publicación, ¿qué nos puedes decir?

-Ese fue uno de los primeros cuentos que escribí, y no puedo decir que me guste mucho, pero a Daniel Zetina, editor del libro, le encantó y decidió hacerlo formar parte de la antología. Ese cuento está sumamente influenciado por un cuento del escritor mexicano Carlos Camaléon en su libro “Vampiros y otras adicciones”, el cuento se llama “Admirador secreto” y trata sobre una actriz que recibe un ramo de rosas.


¡Una mordida!

lunes, 17 de enero de 2011

El Caudillo de Morelos

¡Hola! Les escribo nada más para anunciarles que este miércoles 19 de enero de 2011 podrán encontrar una entrevista que me hizo Hernán Osorio sobre los cuentos que publiqué en la antología Veinte cuentos para leer en... en el nuevo periódico El Caudillo de Morelos, tanto en su versión impresa como en la virtual (http://elcaudillo.com.mx/). ¡Espero que la puedan leer! :D

¡Una mordida!

miércoles, 12 de enero de 2011

Próximamente


Próximamente esperen la primera presentación de esta antología, además de que ahora podrán adquirirla en las librerías:
  • La Rana Sabia.
  • Catarina Marina.
  • Torre de Babel.
  • Somos Libros.
  • Bonilla.
  • Poletti.
  • Súperlibros.
  • Eduardo Beltrán.
  • Recikla.
  • El rincón de la lectura.
  • Daniel Zetina.
  • Con cualquiera de los autores.
  • ¡Conmigo! :D
Es una antología fascinante, con cuentos de temas tan amplios como de terror, ciencia ficción, eróticos, humorísticos, existenciales. Hay uno para todos los gustos.

Voten en la encuenta del mes: ¿Remedios o Dalí? Esperen el homenaje de Dalí.

¡Una mordida!

lunes, 3 de enero de 2011


A propósito del libro de cuentos que escribiré durante el periodo del PECDA, esta frase de Por quien doblan las campanas de Hemingway me encantó:
En el espejo me veía yo y los veía a ellos, pero ellos sólo me veían a mí. Tenía la impresión de hallarme en el sillón de un dentista y estar rodeada de varios dentistas, todos locos.

¡Una mordida (denle al dentista de mi parte :D)!